DF Lab Opinión/ Cheques más escasos y pequeños

Sin duda que la experiencia en Silicon Valley ha sido muy estimulante para favorecer las condiciones de un ecosistema emprendedor en Chile. La creación de riqueza, la innovación tecnológica, el cambio de reglas de las industrias convencionales y desafiar a los incumbentes son parte de la esencia del espíritu emprendedor. Ya en el 2009 se creó la primera red de inversionistas ángeles, Chile Global Angels bajo el alero de la Fundación Chile, para apoyar el emprendimiento. Y en el año 2010 se creó el exitoso programa Start-Up Chile dependiente de Corfo, una aceleradora que busca potenciar a los emprendedores. Posteriormente se han ido sumando varias otras iniciativas en Chile.

 Sin embargo, desde hace algunos años el entorno cambio: se acabaron las tasas de interés bajas, que incentivaban a los inversionistas a tomar más riesgos ante las escasas opciones. La crisis que actualmente enfrentan los emprendedores para levantar recursos es dramática. La fiesta del dinero fácil se terminó. Los inversionistas están más cautos, muchos ya han perdido en varias de sus inversiones de riesgo, y además, las alternativas tradicionales de inversión se han vuelto más atractivas con depósitos a plazo que han llegado a ofrecer UF + 5%.

 Afortunadamente, varios de los emprendedores han leído correctamente el cambio de entorno, y están avanzando en dos dimensiones muy relevantes para lograr capturar capital de riesgo y poder desarrollar su emprendimiento.

Una de ellas es la tracción del proyecto. La validación de un modelo de negocio en profundidad, con clientes reales que paguen por un servicio o producto en forma recurrente. Esto demuestra que, efectivamente, el modelo es sustentable y genera utilidad. Todavía es habitual que algunos emprendimientos se sustenten principalmente en fondos de los inversionistas, escasos ingresos de clientes no recurrentes y dineros de concursos Corfo, y ya quieran escalar a otros países. Es necesario que logren validar bien el modelo primero antes de escalarlo.

 Por otra parte, está la valoración de la empresa. El cálculo del valor presente de la empresa. Era y sigue siendo habitual que algunos emprendimientos muestren valoraciones de sus empresas en varios millones de dólares con escasas ventas y una planilla Excel. Muchos de ellos han ido ajustando la valoración de sus empresas, pero todavía queda mucho por hacer.

 Un dato interesante sobre valoraciones de empresas en Estados Unidos de la ACA (Angel Capital Association) fue que la valorización promedio donde han participado estaba bajo los US$ 3 tres millones. Considerando las enormes diferencias en los tamaños de mercado parece necesario revisar los modelos de valoración en Chile.

 La palabra “crisis” en chino está compuesta de dos caracteres, Wei que significa peligro y Ji, que significa oportunidad. Chile necesita de más emprendedores e inversionistas que, sin dejar de vislumbrar el peligro que enfrentan, puedan ver la oportunidad que se genera en el ecosistema emprendedor en estos nuevos tiempos.